El nombre del primer corto es Varðeldur, dirigido por Rubén García. En este corto se nos muestra a un hombre solitario y descuidado, que se viste tal y como lo hacía su fallecida pareja, siendo incapaz de olvidarla por muchos años que hayan pasado.
En mi opinión este es un corto precioso, con un mensaje de que a pesar de la muerte, el amor puede seguir existiendo, aunque sea entre melancolía y soledad. Sobre todo en estos tiempos en los que el amor se toma tan a la ligera, creo que es un buen mensaje.
El segundo corto se llama Zumo de Limón.
Este corto está dirigido por Jorge Muriel y Miguel Romero. Trata de la vida de una mujer anciana tras el fallecimiento de su marido y su ingresión en una residencia.
El mensaje, en mi opinión, trata sobre el olvido, especialmente sobre el olvido a nuestros abuelos, quienes desde pequeños nos han cuidado y tratado como si fuéramos sus propios hijos.
Ese es otro mensaje que deberíamos tener en cuenta en la sociedad actual, en la que cualquier cosa parece más interesante que hablar diez minutos con nuestros mayores.
Deberíamos escucharlos más, por su bien y por el nuestro.
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